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¿Qué es la creatividad? La creatividad no es un don de pocos. No es propiedad exclusiva de los dotados o “creativos”, por el contrario es una capacidad inherente al ser humano. Sin embargo no se percibe de esta manera por la dificultad para hacerla aparecer. La pregunta clave entonces es ¿cómo la hacemos surgir? Las ideas más creativas surgen justamente cuando uno no piensa en lo que quiere inventar o crear. Ayuda manifestar una intención, pero se requiere el desapego al resultado. Los momentos de relax, bajo la ducha, caminando en el parque o conectándose con su música favorita suelen tener una conexión particular hacia la creatividad. Son instantes en los que puede aparecer ese “espacio” entre los pensamientos o silencio interior que algunos artistas añoran pero que al mismo tiempo reconocen como sutil.. La escasez muchas veces es un síntoma de falta de ejercitación. ¿Puede entonces la creatividad ejercitarse? La respuesta es sí. De hecho en las organizaciones estamos mucho más atentos a las tareas preventivas y contingentes que a las tareas de reflexión y aprendizaje que son justamente motores del área creativa personal y organizacional. Para desarrollar creatividad como disciplina es conveniente incentivar la generación de entornos y contextos apropiados tales como: áreas de relajación y visualizaciones, espacios regulares para la meditación y apertura para conversaciones libres de juicios previos que faciliten el arribo de lo que aún se encuentra inmanifiesto. Bajo estas condiciones de alta confianza la creatividad surge de una profundidad a la cual la mente no tiene acceso. |